miércoles, 21 de septiembre de 2011

Triangulo de la muerte

región de la cara que hay desde el labio superior al entrecejo, y que se debe a una peculiaridad de su drenaje venoso. 
Hay que tener en cuenta que las venas, al contrario que las arterias, tienen válvulas para favorecer el flujo de la sangre, impidiendo que retrocediera. Pues bien: las venas que drenan esta área carecen de esas válvulas, pues la sangre ahí no necesita tal ayuda.





El problema se encuentra en que: Imagina te ha salido un forúnculo, (espinilla, punto negro, etc). Tan gordo que pasan bacterias a la vena facial (pues la inchason provoca que la piel no sea tan impermeable), cuya sangre no encuentra ningún obstáculo para refluir hacia el interior del cráneo y hacer un “grumo” de sangre infectada (tromboflebitis séptica) en las venas intracraneales, concretamente en el seno cavernoso o alguna de sus afluentes (venas oftálmicas o cerebrales). Este evento, aunque es raro, les cuesta la vida a un 20-30% de los enfermos: por eso lo del triángulo de la muerte. Y, aunque no mueran, muchos quedan con secuelas debidas a la afectación de los nervios oculomotores que atraviesan el seno, o a una meningitis secundaria. 

Y por eso se insiste en que no se deben manipular los granos de esa zona de la cara, no sea que al remover semejante masa de bacterias estemos empujando un puñadito hacia donde no deben.
 

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